EHU-ekinean, 2ª temporada, 4º podcast: Aixa Barbarin.

Aixa Barbarin López es arqueóloga submarina y, según confiesa, quiso serlo desde muy pequeña. Es por ello que, cuando le llegó la hora de ir a la universidad, decidió estudiar historia en la UPV/EHU y profundizar en la arqueología. Dedicarse a la arqueología submarina, sin embargo, no se le ocurrió hasta que fue a bucear con un amigo. Cuando lo probó, le gustó, y al comprobar que la Universidad de Cádiz ofrecía un máster en arqueología subacuática, vio claro que ese era su camino: "Me permitió unir mi sueño de siempre con mi nueva afición", confirma.

Así, viajó de Euskal Herria a Cádiz, donde ahora se dedica a la investigación en arqueología subacuática: "Me he dado cuenta de que esto es realmente lo que quiero hacer, y de que es un trabajo muy interesante. Muy dinámico y un poco arriesgado, pero muy interesante".
 
Anteriormente ya había trabajado en yacimientos terrestres y, aunque a su parecer la dinámica es la misma, no oculta que la arqueología subacuática tiene dificultades: "Cuando el yacimiento está a poca profundidad es más fácil, pero de lo contrario hay que tener cuidado. Bucear bien es vital, ya que si no es así puede ser peligroso para ti y para los que te rodean; siempre tenemos que tener esto en cuenta", explica.

Por otra parte, para retirar los sedimentos, aprovechan otro tipo de instrumentos, como el que llaman chupona: "Es una manga absorbente con la que vamos cogiendo sedimentos, apartándolos hasta que encontramos algo. A veces, igual tenemos que quitar dos metros de sedimentos. En otras ocasiones, tenemos que ser muy cuidadosos, porque sabemos que algo importante puede estar ahí”.
 
De hecho, hay numerosos vestigios bajo el mar, y de todos los tiempos. La investigadora y su equipo se están moviendo mucho por los puertos en este momento y, en ellos, encuentran de todo. En concreto, Barbarín dice que son "vertederos": "Podemos encontrar, en el mismo lugar, una nevera y un ánfora fenicia. Y es que desde los barcos se tira todo al puerto, tanto antes como ahora, por lo que se va acumulando de todo. Otras veces sabemos que un barco se hundió en un sitio determinado y que podemos encontrar cañones u otro material diverso que transportaba, pero el barco en sí ya no está porque la madera se ha desguazado, por lo que tenemos que investigar para saber cómo era ".

Para ello, recurren también a la documentación, no sólo a las entradas y salidas que se apuntaban en los puertos, sino también a los naufragios que eran relatados por la prensa. Al hablar de hundimientos, la investigadora comenta también que actualmente se producen naufragios intencionados de barcos con fines turísticos.
 
Una balsa de mercurio bajo el agua
 
A la pregunta de cuál ha sido su hallazgo más impresionante, responde que ha sido el que hizo en 2023: "El verano pasado estuvimos trabajando durante un mes en una excavación en Croacia, en un barco del siglo XVI, muy grande y con un cargamento formidable: había copas de cristal, pero también llevaba mercurio y arsénico, por lo que fuimos advertidos de la condición venenosa de esos elementos y hubo que proceder con cuidado. Pues bien, mientras limpiaba unas tablas, vi algo raro que resultó ser un pozo, un pozo de mercurio. Es lo más sorprendente que me he encontrado".

Ocasionalmente también se han encontrado artefactos explosivos, así que sus tareas también presentan riesgos de este tipo. Además, físicamente, es un trabajo duro. Y a veces, ante la mala mar o galernas, no pueden llevar a cabo las acciones previstas, o una tormenta les deja en nada el trabajo previo: “Tenemos que trabajar a sabiendas de que quizá al día siguiente no podamos volver al lugar. Por lo tanto, es muy importante documentar todo, fotografiarlo... ".

A pesar de las dificultades, Barbarín prefiere los trabajos subacuáticos a los que tienen que hacerse en tierra. Por otro lado, realizan tareas muy diferentes, por lo que los equipos de trabajo suelen ser interdisciplinares. Dado que los proyectos suelen ser internacionales, se reúnen miembros de muy diversa procedencia y, en cuanto al género, la arqueóloga señala que en el mundo empresarial existe mayoría de hombres, mientras que en el mundo de la investigación hay un montón de mujeres: "En el Centro de Arqueología Subacuática de Cádiz predominan las mujeres y la capitana de la nave oceanográfica de la universidad también es mujer. Y el ambiente es muy diferente, yo me siento mucho más a gusto entre mujeres".
 
En el futuro, le gustaría seguir trabajando en el campo de la arqueología submarina: "No es fácil porque no hay mucho trabajo, pero sí que cada vez hay más, y tengo esperanza", concluye con una sonrisa.

Sobre la investigadora
 
Aixa Barbarin López nació en Hernani. Cursó el Grado de Historia en la UPV/EHU y posteriormente se trasladó a la Universidad de Cádiz para cursar el máster en Arqueología Náutica y Subacuática. Actualmente trabaja en el campo de la arqueología y es colaboradora del departamento dedicado a esa misma disciplina en la Universidad de Cádiz.

El podcast de EHU-ekinean es una iniciativa del Vicerrectorado de Desarrollo Científico-social y Transferencia.
El artículo se ha publicado originalmente en Zientzia Kaiera.
Texto: Ana Galarraga / Elhuyar Zientzia (CC-BY-SA-3.0).