Eduki publikatzailea

Bilboko Unibertsitate Autonomoaren 50. urteurrena

2018-12-12, Bilbon

Lehendakari jauna; Eusko Legebiltzarreko presidente andrea; Bilboko alkate jauna; Batzar Nagusietako presidente andrea; Euskal Herriko Unibertsitateko errektore ohi jaunak; Bartzelonako Unibertsitate Autonomoko errektore andrea; herri-agintariak; jaun-andreok; lagunok.

Arratsalde on

Ezin dira zuhaitz baten adarrak zabaldu sustrai sendoak ez baditu. Ekitaldi honen bidez erakutsi nahi dugu non dauden Euskal Herriko Unibertsitatearen sustraiak. Eta ez dugu hori egin nahi iraganera begira gelditzeko, etorkizunari indar handiagoz eta uste osoz begiratzeko baizik. Nondik gatozen jakiteak –zer garen eta zer izan nahi dugun jakiteak– indartu egiten gaitu.

Mende erdi igaro da Bilboko Unibertsitatea sortu zenetik, 1980an eraldatu eta Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea bihurtu zena. Gertaera hori ospatu nahi dugu, tradizio akademiko baten oinordekoak sentitzen garelako. Tradizio gorabeheratsua, oztopoz beterikoa, baina luzea eta emankorra.

Nire aurrekoek gogoratu duten bezala, euskal unibertsitate publikoaren abiapuntua Eusko Ikaskuntzak 1918an Oñatin egin zuen Kongresuan dago, bai eta 1936an Bigarren Errepublika garaian sortu zen Medikuntza Fakultate eta Erizainen Eskolan ere. Euskal Unibertsitate hark bizitza laburra izan bazuen ere, irakaspen argia utzi zuen gure herriaren historiarako: askatasuna lotuta dagoela jakintzarekin, irakaskuntzarekin, ikerketarekin eta unibertsitatearekin; eta askatasunik ezak unibertsitate eredu horren desagerpena dakarrela ezinbestean.

Askatasuna lotuta dago unibertsitateari. Eta unibertsitatea lotuta dago askatasunari. Gure herriaren historia eta gure unibertsitatearen historia lotura bikoitz horren erakusgarri onenak dira.

Euskal Herriko Unibertsitatearen sorrera ez zen izan soilik erabaki politiko baten emaitza; ezer baino lehen, behar historiko baten fruitu izan zen. Euskal Herriko Unibertsitatea gure herriaren aspaldiko behar bati emandako erantzuna da, egoera politiko eta historiko gogorretan eman zen erantzuna, baina sendotu egin dena eta orain etorkizunari itxaropenez begiratzen diona.

 

(…)

 

Me parece que esa es una idea fundamental: la Universidad de Bilbao no es solo el fruto de una decisión política concreta, adoptada hace 50 años. Es, sobre todo, el producto de una necesidad histórica, de una apremiante necesidad que demandaba, para nuestro país, una universidad pública, donde el conocimiento estuviera, en principio, al alcance de todas las personas y proporcionara el derecho de estudiar a todas aquellas que, en virtud de sus méritos personales e intelectuales, pudieran y quisieran hacerlo. Ese es el principio fundamental que también caracteriza a la UPV/EHU: estar al servicio de la sociedad, de toda la sociedad y, por la misma razón, tener sus puertas abiertas de forma permanente.

En ese sentido, la Universidad que se fundó hace medio siglo fue un paso importante en la democratización del conocimiento, en la extensión del saber a sectores más amplios de la sociedad. Se habla a menudo de la redistribución de la riqueza. Yo hablaría aún más de la redistribución del conocimiento, de la extensión del conocimiento. Y la Universidad del País Vasco, como heredera de la Universidad de Bilbao, hace suyos esos principios. No podemos obviar que en este medio siglo se han formado en nuestras aulas cerca del medio millón de estudiantes. Y que esos profesionales han contribuido, de forma decisiva, al bienestar y a la calidad de vida de la que goza actualmente la sociedad vasca.

Ese acceso al conocimiento fue posible gracias a la conciencia en la sociedad de la necesidad de una universidad pública y la apuesta firme de las instituciones de la época, concretamente, de la Diputación de Bizkaia y del Ayuntamiento de Bilbao, así como de los agentes socio-económicos.

Pero, no quiero obviar, como ya nos ha recordado el profesor Monreal, que aquellos inicios no fueron fáciles y tuvieron que superar retos importantes como la falta de espacios e infraestructuras adecuadas, de profesorado cualificado, de personal de administración y servicios, de material docente…  Todo ello en un contexto político donde la democracia no estaba todavía asentada. Estos obstáculos se fueron superando gracias a un trabajo constante, serio y exigente y, como se ha dicho en el video, gracias a la ilusión de toda la comunidad universitaria. En ese sentido, quiero mencionar, de forma expresa, el trabajo de aquellos primeros equipos rectorales, los que dirigieron, sucesivamente, Juan Echevarría Gangoiti, que hoy no ha podido estar presente por problemas de salud; y los rectores ya fallecidos Vicente Lozano, Justo Pastor y Ramón Martín Mateo.

La Universidad de Bilbao, junto con la Universidad Autónoma de Barcelona, a cuya rectora agradezco muy sinceramente que hoy nos acompañe, y la Universidad Autónoma de Madrid, surgieron como una especie de laboratorio de pruebas para el futuro, como un modelo experimental para las reformas que llegarían años más tarde. Y aportaron dos elementos más o menos desconocidos en ese momento y que han tenido un gran futuro: uno, la creación de los patronatos universitarios (lo que hoy denominamos Consejo Social) y dos, un concepto poco habitual en esa época: el de autonomía en el ámbito universitario.

Pero existe un elemento que diferenciará a la Universidad de Bilbao de las otras dos universidades autónomas: la creación del distrito universitario vasco en 1977. El distrito universitario vasco incorporó los centros superiores de Álava y Gipuzkoa, abriendo así las puertas a la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea de 1980, y que se articuló en los tres territorios históricos.

Hoy la UPV/EHU está entre las 400 mejores universidades del mundo, según el ranking de Shanghái. Está entre las 150 mejores universidades de menos de 50 años, según el ranking Times Higher Education. No son evaluaciones escogidas al calor de la conveniencia, sino, objetivamente, los mejores estándares de evaluación, en sus campos respectivos.

Y ello viene avalado por el trabajo de miles de personas que ponen cada día su empeño para que una institución académica fundada hace medio siglo se haya convertido en el mejor garante del acceso igualitario al conocimiento. Hablo, sí, del trabajo desarrollado por miles de personas a lo largo de todos estos años, un trabajo que este equipo rectoral aspira a administrar, con humildad pero también con compromiso. En este punto, además de agradecer la labor de toda la comunidad universitaria, quiero agradecer también el trabajo de los equipos rectorales que nos han precedido. Si hemos llegado a donde estamos es, entre otras cosas, por el acierto de muchas de sus decisiones: desde el profesor Gregorio Monreal, primer rector de la UPV/EHU, hasta los rectores aquí presentes, Pello Salaburu, Manuel Montero, Juan Ignacio Pérez Iglesias, Iñaki Goirizelaia y tantos otros que guiaron, en distintos momentos de la historia, el rumbo de nuestra universidad.

Por último, quiero subrayar una idea que he formulado en alguna ocasión pero que reitero porque me parece muy importante. Una universidad pública no quiere decir una universidad sin exigentes procesos de acceso. Una universidad para todas las personas quiere decir una universidad fundada en el esfuerzo, el trabajo y el rigor. Del mismo modo, el uso de recursos públicos también supone un uso más exigente de los mismos. Por ser recursos públicos, por ser el fruto del esfuerzo de miles y miles de personas que no han podido ni podrán estudiar en una universidad, nuestro compromiso, como docentes y profesionales, debe ser cualificado, y el esfuerzo que exijamos al alumnado también debe ser cualificado.

(…)

Horixe da unibertsitate publiko baten ezaugarri behinena: aukera ematea herritar guztiei beren garapen intelektual eta pertsonalerako. Hori bai: aukera hori eskaini egiten da, baina ez da oparitzen. Aukera hori badago, baina irabazi egin behar da, ahaleginez eta zorroztasunez. Zeren eta aukera horren atzean pertsona askoren lana dago, gizarte osoaren ahalegina, Euskal Herriko Unibertsitatea errealitate izan dadin ahalbidetzen duena. Pertsona horiei guztiei esker, irakatsi eta ikertu egin dezakegu, lan egin eta ikasi egin dezakegu, eta horrek behartu egiten gaitu bikaintasuna bilatzera.

Horixe da unibertsitate publiko baten benetako eginkizuna. Horixe da Euskal Herriko Unibertsitatearen helburua, guztion lanari esker betetzeko bidean dena.

Mila esker zuen arretagatik eta ekitaldi akademikoetan esaten dugun moduan, ez ahaztu: Eman Ta Zabal Zazue.